Sin Gluten
2-4 comensales
↓2-4 comensales
6-10 comensales
12-16 comensales
La sensación de pesadez tras comer está relacionada con factores que van más allá de las calorías, como las grasas, proteínas y cantidad. Una receta bien equilibrada puede reducir la sensación de sueño.
*Valores aproximados. El resultado puede variar según peso, actividad física y necesidades individuales.
15 min
Pelamos el boniato, lo cortamos en dados pequeños y lo cocemos 5 minutos hasta que esté blandito. Lo colamos y lo reservamos hasta emplatar con el aguacate, que también habremos cortado en dados. Mientras se cuece el boniato, preparamos la leche de tigre poniendo en un bol el zumo de las limas, el caldo de pescado, la cebolla morada cortada en juliana fina, el cilantro, un trocito de chile picadito, sal y los hielos para que esté frío. Cortamos el pescado en dados no muy grandes, que sean del tamaño de un bocado, les ponemos sal y reservamos en la nevera hasta que se vaya a consumir. Añadimos el pescado al bol de la leche de tigre y dejamos macerar 5 minutos, pero no mucho más porque no queremos que se haga del todo. El pescado empezará a cambiar de color y cogerá un tono más blanco, ya que se cocina en el ácido de la lima. En un cuenco, servimos el pescado en trozos, la cebolla de la leche de tigre, el boniato, el aguacate, el maíz frito y un poco más de cilantro picado. Vertemos un poco de leche de tigre.
Soy partidaria de que cada persona ajuste la receta a su gusto. Pongamos el picante, el cilantro o el zumo de lima que consideremos. Para facilitarnos el trabajo, podemos pedirle al pescadero que le quite las espinas y la piel a la merluza. Debemos congelar el pescado fresco al menos 48 horas. Se puede sustituir la merluza por el pescado blanco que más nos guste, como corvina, lubina o pargo. Podemos acompañar el plato con chips de plátano macho. No nos olvidemos de quitarle las semillas al chile para que no pique tanto.
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