Sin Gluten
2-4 comensales
↓2-4 comensales
6-10 comensales
12-16 comensales
La sensación de pesadez tras comer está relacionada con factores que van más allá de las calorías, como las grasas, proteínas y cantidad. Una receta bien equilibrada puede reducir la sensación de sueño.
*Valores aproximados. El resultado puede variar según peso, actividad física y necesidades individuales.
40 min
Pelamos y reservamos los langostinos y preparamos un caldo con las cabezas y cáscaras. Las doramos en una cazuela con un poquito de aceite hasta que cambien de color y machacamos bien las cabezas para extraer el jugo. Cubrimos con agua y, cuando empiece a hervir, retiramos con una cuchara la espuma (impurezas) que salga y dejamos cocer 20 minutos. Colamos y añadimos el azafrán. Reservamos caliente para que se infusione. En otra cazuela, ponemos un vaso de vino o agua y añadimos los mejillones. Tapamos y esperamos a que se abran. Colamos este caldo, lo mezclamos con el de los langostinos y mantenemos caliente. Retiramos los mejillones de las conchas (que desechamos) y reservamos. Para hacer el sofrito, doramos los dientes de ajo y la cebolla picada en trozos con un poco de aceite, sal y pimienta. Cuando cojan color, añadimos el pimentón y removemos bien para que no se queme. A continuación, agregamos el tomate triturado, el concentrado de tomate (opcional), el laurel y el coñac, y esperamos un par de minutos a que se evapore el alcohol. Añadimos el arroz y cubrimos con el caldo que hemos preparado de mejillones y langostinos. Cocemos durante 15-20 minutos hasta que el arroz esté en su punto. Incorporamos los langostinos y los mejillones y cocinamos a fuego lento 3-4 minutos hasta que se hagan los langostinos. Trituramos muy bien (no olvidemos retirar antes el laurel) y colamos para dejar una textura fina. Probamos y rectificamos de sal. Si queremos una textura más ligera, añadimos un poco más de caldo o agua. Servimos con cebollino o perejil fresco picado.
Para acortar los tiempos de cocción, podemos sustituir el arroz por pan (en este caso dejaría de ser sin gluten). Es recomendable quitar las barbas de los mejillones antes de cocerlos. Una vez hemos triturado, es importante colar la crema con la ayuda de un chino para eliminar todas las impurezas y que la textura de la crema sea lo más fina posible. Se puede congelar la crema, pero antes de servirla de nuevo, aconsejo darle un golpe de minipimer para volver a emulsionarla y que tenga buena textura.
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