Vegano Sin Gluten
2-4 comensales
↓2-4 comensales
6-10 comensales
12-16 comensales
La sensación de pesadez tras comer está relacionada con factores que van más allá de las calorías, como las grasas, proteínas y cantidad. Una receta bien equilibrada puede reducir la sensación de sueño.
*Valores aproximados. El resultado puede variar según peso, actividad física y necesidades individuales.
Para el puré
Para los chips
30 min
Cocemos las patatas con piel en agua hirviendo con sal hasta que las pinchemos y estén blanditas. Las pelamos. Lavamos las hojas de kale, las ponemos en un bol y las embadurnamos con aceite, sal, pimienta, ajo en polvo y pimentón de La Vera. Masajeamos las hojas estrujándolas para romper las fibras. Las extendemos sobre una bandeja de horno con papel vegetal y las horneamos a 180 °C con ventilador durante unos 7 minutos con cuidado de que no se tuesten demasiado. En otro bol, chafamos las patatas con un tenedor o pasapuré, añadimos la leche caliente y la mantequilla a temperatura ambiente, sal y pimienta. Con la ayuda de unas varillas, emulsionamos el puré de tal forma que la mantequilla se deshaga con el calor de las patatas y todos los ingredientes se integren bien. Añadimos una cucharadita de pasta de trufa o aceite de trufa y mezclamos. Para escalfar los huevos, ponemos a calentar un cazo con agua y un chorro generoso de vinagre sin que llegue a hervir. Cuando en el fondo de la cazuela veamos burbujitas que están a punto de subir a la superficie, hacemos un remolino con una cuchara y echamos los huevos. Cocinamos durante 3 minutos sin que el agua hierva en ningún momento. Servimos los huevos con el puré y los chips crujientes.
Hay que vigilar bien la kale cuando está en el horno porque, si nos pasamos con el tiempo de horneado y se dora demasiado, puede adquirir un sabor amargo que no es agradable. Para conseguir una textura muy cremosa para el puré si no tenemos pasapuré o tamiz, podemos darle con la minipimer a velocidad muy suave para emulsionarlo bien y terminar de deshacer la patata. Para saber si el huevo escalfado está listo, lo sacamos con una espumadera y lo movemos. Si la clara se mueve demasiado y está muy gelatinosa, es que le falta cocción y debemos dejarlo un poquito más. Para que los huevos se escalfen correctamente es muy importante usar huevos frescos.
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